Esta gran verdad es la que nos recuerda Benedicto XVI en su segunda encíclica, Spe Salvi. Sólo con una visión trascendente de la vida, con una fe en Aquél que puede darnos vida eterna, el hombre puede tener esperanza; no una esperanza parcial, temporal, sino la esperanza que como anticipo de la Gloria hace que empecemos ya a disfrutarla en esta vida terrena. En estas últimas semanas, con acontecimientos como el tsunami de Japón, o el terremoto de Lorca, el hombre ha visto una vez más hecho añicos su sueño de conseguir por sí mismo el paraíso terrenal, sin contar con Dios. Otra vez, el hombre se vuelve hacia el cielo buscando una razón que justifique todos estos sucesos.
El británico Francis Bacon (1561-1626), padre de la Nueva Ciencia y defensor acérrimo de método hipotético-deductuvo, quería librar de lo que él llamaba idola (prejuicios) a la práctica científica, limpiándola de la tradición filosófica. Su objetivo no era otro que el dominio de la Naturaleza para el bienestar social. No hay que olvidar sus críticas a la Metafísica de Aristóteles, que según su propia opinión no valía para otra cosa que para enredar. Este autor, aunque no obstante hubo otros precursores, constituyó uno de los eslabones hacia el olvido de Dios y el trasbase de la esperanza en nuestro Creador a la Ciencia.
En el siglo XIX, F. Nietzsche (1844-1900) criticó abiertamente al Cristianismo, que según él había siempre arrebatado al ser humano el legítimo anhelo a vivir según sus sentimientos más íntimos, sus pasiones más instintivas, sin verse refrenado. Anunció la muerte de Dios, y el reinado de un nuevo hombre que todo lo podría. Creo que no es necesario decir qué influencia tuvieron estas opinionen en el surgimiento del nazimo en el siglo XX.
Y no hay que olvidar otras figuras como el filósofo J.P. Sartre, que consideraba que sin Dios el hombre sería completamente libre.
¿Hasta cuándo no comprenderemos la desesperación en que cae el hombre cuando olvida su faceta trascendente? Sólo Dios puede dar consuelo y sentido ante las desgracias como las de estos últimos tiempos.